Sombría delicadeza y tibia pureza,
me endulzan mis cinco sentidos;
compiten con la efervescencia de todo momento,
en el que se me eriza con todo, la piel...
Palpaciones descontroladas de adrenalina,
mesura que enclaustra tu persona como tal;
estímulos fuertes que aún no sabes controlar,
espontánea lucha por vivir una nueva fantasía erótica...
Cielo terrenal en la punta de tus dedos,
prototipo de encanto hombre domable en el acto sexual;
circunstancia maleable con toque exquisito,
y presura entrañable por alcanzar el pleno éxtasis...
Renovadora pasión, que en ti siempre contemplo,
la que ni en mis benditos sueños siquiera, he podido gozar;
tan lenta pero persistente, sobresaliente y remarcable;
que deja plasmada en mí tu fervor,
cada vez que hemos de volver a sentirnos los dos...
